El mundo del cuento es uno de los
mejores regalos que se le puede ofrecer a un niño. El cuento es una
herramienta que le permite al niño fantasear con mundos imaginarios que
le ayuden a manejar su realidad, le ofrecen enseñanzas vitales o
simplemente la posibilidad de soñar.
Los niños aprenden a meterse en este
mundo mágico utilizando como vehículo a los adultos que, con ilusión,
les ofrecemos las primeras letras. Ellos escuchan y observan las
imágenes con atención mientras nuestra voz recorre cada palabra de la
historia. Depende de nosotros transmitirle el entusiasmo y el encanto de
cada anécdota. De ahí la importancia de leerle cuentos a los niños
desde muy pequeños, de demostrarles lo mágico de introducirse en un
mundo donde puede pasar cualquier cosa, donde viven personajes
increíbles y otros muy parecidos a nosotros. Donde ocurren historias
sorprendentes y fantásticas y otras de nuestra vida diaria donde se
aprenden formas de actuar, de comunicarse y de crecer.
Cuando los niños se convierten en dueños
de su lectura, esto les permite introducirse en diferentes mundos y
soñar con ellos, compartir experiencias con elefantes que hablan y
dragones bondadosos. Pueden volar, conocer otros mundos, convertirse en
otros y cumplir todos sus deseos.
Nosotros, los adultos, no debemos
rechazar el mundo de la fantasía sino compartirlo con los más pequeños y
descubrir que, a través de historias increíbles y personajes
fantásticos, nuestra visión del mundo se hace infinita y nos convertimos
en grandes conocedores del otro y de nosotros mismos.
Por eso, cuando visiteis una librería, acordaos de los cuentos, del
maravilloso regalo que ofrecéis al pequeño de vuestra casa entregándole
un mundo infinito donde se mezcla la fantasía con la realidad y donde
cada uno, por un ratito, puede convertirse en lo que desee.
Keka Colmenero, autora de Los Cuentos de Álex y Pancho
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